Al tenerlo en sus brazos, María ve de cerca la agravación y profundidad de todas las llagas y heridas de su hijo, reavivando el dolor. Su súplica de paciencia a Jehová se refleja en esta Gracejo: “Les daré cuanto pidan, siempre que no se oponga a la adorable voluntad de https://peterd936khc8.blogripley.com/profile